UN MURO DE CONCRETO PARA LOS ARMINIANOS


Un muro contra el que tienen que golpear sus cabezas. Se trata de un obstáculo insuperable, construido de hechos contra los que sus iglesias y ministros se podrán cansar, pero que no podrán superar ni esquivar.
Por Curtis A. Pugh
Traducción de Félix D. Ramírez Montalvo
Aquellos que en teología se adhieren al humanismo son conocidos como Arminianos. Hay varios matices de sus puntos de vista. Sin embargo, todos creen que el destino eterno de uno está determinado y es producido por el mismo individuo. Algunos sostienen que algún rito particular es el que produce la regeneración o el nuevo nacimiento.  Con frecuencia este rito es el bautismo. Aquellos que sostienen esta opinión particular del Arminianismo sostienen la doctrina de la regeneración bautismal. Los modernos bautistas Arminianos (junto con otros grupos 'con prácticas bautistas') enseñan invariablemente que la fe humana o la decisión del libre albedrío de un individuo es la base sobre la cual es regenerada la persona. Esta posición se llama 'regeneración decisional', porque para aquellos que creen esta enseñanza 'una decisión por Cristo' es lo que precede y produce el nuevo nacimiento.
Generalmente, estos bautistas Arminianos (y sus compañeros protestantes) describen el acto en el que creen que el nuevo nacimiento se produce en ciertos términos que son aceptados entre ellos mismos. A veces requieren "una decisión por Cristo". A veces hablan de "decir la oración del pecador", o de "hacer una decisión por Cristo". Otros hablan de "abrir la puerta del corazón a Jesús", mientras otros le dicen a los inconversos que "inviten a Jesús a entrar al corazón". También pueden hablar de "aceptar a Cristo como Salvador y Señor". Sin embargo, independientemente de los términos exactos que se puedan emplear, el concepto básico es que a la persona perdida hay que inducirla a hacer algo para producir su nuevo nacimiento.
No puedo ver ninguna diferencia esencial entre la regeneración bautismal (requerir el bautismo para producir el nuevo nacimiento) y la regeneración decisional (requerir una decisión para producir el nuevo nacimiento) Fundamentalmente ambas son lo mismo en que requieren un acto de parte de un pecador espiritualmente muerto para que Dios lo haga vivir espiritualmente.
Todos los que afirman tener alguna semblanza de creencias bautistas sostienen que son cristianos neotestamentarios al igual que sus iglesias. Todos ellos sin excepción dicen que siguen las enseñanzas explícitas de esa porción de las Escrituras conocida como Nuevo Testamento. Muchas iglesias y ministros Arminianas hacen alarde de que sólo ellos siguen los patrones eclesiásticos del Nuevo Testamento. Frecuentemente, aquellos que son los más insistentes en llamarse Bautistas del Nuevo Testamento o iglesias neotestamentarias son también quienes más insisten en demandarles a los inconversos que "hagan algo" para nacer de nuevo.
Habiendo establecido los puntos de vista de estos Arminianos, miremos el muro de concreto contra el que están forzados a estrellarse. El muro es éste: para que cualquier ministro o iglesia tenga una afirmación válida de ser una auténtica iglesia del nuevo Testamento, debe conducirse esencialmente de la misma manera en que funcionaban las iglesias y ministros de la era apostólica. Los asuntos que son incidentales, como el uso de bancas, lugares de reunión, copas de plástico, púlpitos, etc., no tienen relación con la naturaleza fundamental o básica del ministro, del grupo, o de la clase de mensaje proclamado. Los asuntos incidentales de este tipo no nos interesan en esta ocasión. Pero los asuntos esenciales son otra cosa. Y es que los Arminianos han errado en una en una gran diferencia esencial -básica, fundamental, cardinal y vital-  en relación con la práctica de las iglesias de la era del Nuevo Testamento. De la misma forma en que un árbol es conocido por los frutos que produce, este alejamiento esencial de la práctica neotestamentaria surge de la corrupta doctrina que creen, predican y enseñan los Arminianos. Jesús dijo: "O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol. (Mateo 12.33) Hablando de los falsos profetas, Jesús dijo: "Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. (Mateo 7:16-18)
A lo que me refiero es que existe una práctica esencial que se encuentra en las iglesias Arminianas y que rutinariamente es seguida por todos sus ministros, y que es fruto de un error doctrinal. No es una práctica bíblica y está atada a la doctrina tampoco bíblica que la sostiene.
El muro de concreto contra el que todo Arminiano tiene que estrellarse es ¡la verdad acerca de su sistema de invitación!  Universalmente, al final del servicio, sus ministros invitan a los inconversos a 'pasar al frente y ser salvo'. Quizá sus palabras sean un poco más sofisticadas y su gramática más precisa, ¡pero su intento es consistentemente el mismo! Es sabido por los que han visitado sus servicios que ésta es la práctica esperada.
No hay nada malo en urgir, exhortar, invitar y advertir a los perdidos que deben venir a Cristo para ser salvos, o de lo contrario se perderán eternamente. Los predicadores del Nuevo Testamento actuaron de esta manera, pero no hicieron algo más o algo menos. Ninguna vez algún predicador neotestamentario requirió algún acto físico sobre el asunto puramente espiritual del nuevo nacimiento. Jesús le dijo a Nicodemo: "Os es necesario nacer de nuevo" (Juan 3:7), pero en ningún lugar en la Biblia encontramos a Jesús diciéndole a Nicodemo que hay algo que debe hacer para regenerase o nacer de nuevo.
El moderno sistema de invitación que urge a los perdidos a "pasar al frente" y "hacer algo" para calificar o para producir el nuevo nacimiento no tiene ningún precedente bíblico. Simplemente no hay ningún lugar en la Biblia donde algún apóstol o predicador del Nuevo Testamento alguna vez hiciera tal cosa. Este hecho es un muro que está ahí. El Arminiano debe hacer una de dos cosas: o aceptar que su práctica no tiene base bíblica, o estrellarse frente a este muro en un esfuerzo de destruir estos hechos. El uso de frases como "abre la puerta de tu corazón y deja que Cristo entre" "invita a Cristo a que entre a tu corazón", "repite la oración del pecador", "toma una decisión por Cristo", etc., son todas innovaciones e inventos de hombres. No se pueden encontrar en la Biblia ni en palabra ni en concepto. Aquellos ministros e iglesias que insten hacer tales invitaciones, lo hacen bajo su propio riesgo, pues por estos actos se descalifican como seguidores del ejemplo del Nuevo Testamento.
No sólo es inexistente un ejemplo neotestamentario para participar de tal sistema de invitación, sino que no hay ningún pasaje de la Escritura que instruya hacer tal cosa. Los bautistas (y otros que afirman que siguen el Nuevo Testamento) requieren la frase "Así ha dicho El Señor" para todo lo que hacen. Entre otras razones, los bautistas no bautizamos infantes porque 1) no hay un precedente bíblico para hacer tal cosa y porque 2) no hay ninguna orden que lo requiera. Y lo mismo se puede decir en relación con dar invitaciones a la gente a "pasar al frente y ser salvo". No hay Biblia que sustente tal práctica.
Quizá sería útil para aquellos que están interesados en la verdad señalar que el moderno sistema de invitación ¡jamás fue escuchado durante 1800 años! Al religioso humanista Carlos Finney se le da el crédito de haber desarrollado tal invitación moderna. ¡Y ni siquiera era bautista! No obstante, miles de los que se llaman bautistas servilmente siguen hoy su filosofía Arminiana, a pesar de no haber ningún ejemplo o instrucción de la Biblia para hacerlo. ¿Salvó el Señor a pecadores en los tiempos del Nuevo Testamento? ¡Por supuesto que sí! ¿Lo hizo sin ningún predicador que diera tal invitación? Obviamente que sí. Y podríamos decir que Dios todavía está salvando pecadores aparte de esta maniobra hecha por el hombre, y en algunos casos él se agrada de salvar a Su pueblo a pesar de la misma presencia de esta práctica no bíblica. (El hecho que Dios salve a algunos a pesar de invitaciones no bíblicas de ninguna manera puede ser tomado como excusa para continuar con su uso)
Dejemos al Arminiano que formule todos los argumentos que quiera. ¡No puede escaparse! ¡Ahí está el muro y es el muro de la Palabra de Dios y los hechos de la historia del Nuevo Testamento! No hay el más remoto indicio de que algún predicador de la época apostólica haya invitado a los inconversos a "pasar al frente para ser salvo" Ni tampoco existe ninguna instrucción de parte de Dios para comenzar a hacer tal cosa. El muro permanece ahí. Los hombres e iglesias que requieren esta innovación -esta práctica hecha por el hombre- están actuando sin ninguna base en las Escrituras.
Dejemos que se golpeen la cabeza todas las veces que quieran. Nunca encontrarán alguna prueba bíblica para su práctica. Este muro se extiende en todo el tiempo y en toda la revelación divina, d modo que nadie puede esquivarlo o saltarlo. Todo hombre honesto lo tendrá que admitir.El sistema de invitación es un fruto corrupto del corrupto sistema doctrinal que hace al hombre el dueño de su propio destino. En cualquier grado que se siga, el sistema arminiano le roba a Dios su majestuosa soberanía sobre las almas de los hombres. "Todas las almas son mías..." (Eze. 18:4) y Él tiene el derecho de hacer lo que quiera con sus criaturas. Algunos arminianos están dispuestos a usar el término soberanía en relación con ciertos aspectos, pero limitan el derecho de Dios de dispensar su gracia como él quiera. Ellos permiten que Dios sea soberano en todos los asuntos, excepto en la salvación de los perdidos. Su doctrina corrupta es ésta: el hombre es el dueño de su propio destino, Dios no está en control. El hombre determina su destino eterno: como un criado obediente, Dios sólo puede responder a la decisión de los pecadores espiritualmente muertos. De esta manera, Dios queda reducido a un ansioso espectador tronándose los dedos que sólo puede reaccionar a la decisión de su propia voluntad de pecadores muertos y salvarlos después que hayan "decidido por Cristo".
La corrupta raíz doctrinal se observa cuando los hombres niegan que el hombre está totalmente depravado y por tanto, totalmente incapaz de hacer algo por su condición espiritual. La Biblia dice: Y él os dio vida a vosotros cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados"; también dice aun cuando estabais muertos en delitos y pecados, él nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)" Efe. 2:1,5. La palabra griega para muerto es nekros, y significa cadáver. Es obvio que Dios quiere que entendamos que una persona perdida puede hacer tantas cosas por su nuevo nacimiento como las puede hacer un cadáver: NADA. El Arminiano dice que cualquier perdido puede venir a Dios SI QUIERE hacerlo. Olvidemos lo que dice el Arminiano humanista. Leamos lo que dice Dios y creámoslo. La palabra poder significa "tener la capacidad de hacer algo" El Arminiano dice "los hombres pueden", pero Dios dice "¿Podrá cambiar el etíope su piel y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer el bien, estando habituados a hacer lo malo?  (Jer. 13:23)
Jesús dijo: Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le
resucitaré en el día postrero". (Juan 6:44) Una vez más, Jesús dijo: " Por eso os he
dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. (Juan 6:65) No caigamos
en la mentira de que "Dios capacita a todos los hombres" o que " Dios atrae a todos los que oyen
el mensaje" porque obviamente este no es el caso. Aquellos a quienes Dios capacita son los que Cristo resucitará en el día postrero. El sistema Arminiano enseña que todos los hombres pueden creer en Cristo para salvación de su propia voluntad. Sin embargo, en la Biblia leemos que Jesús les dijo a ciertos hombr es porqué no creían en Él. Dijo: " pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho." (Juan 10:26) Olvidemos lo que dice el Arminiano. Jesús dijo que los hombres no creen porque no son sus ovejas. Ahora, supongo que algunos Arminianos tratarán de probar que ¡hay algo que una cabra pueda hacer para convertirse en una oveja!

 Una vez más, esta corrupta raíz doctrinal se puede ver cuando los hombres insisten en que
Cristo murió por todos los hombres por igual. Jesús dijo: Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. (Juan 10:26). El Arminiano, sin ningún pasaje de la Escritura que lo apoye, insiste en que Jesús murió tanto por las cabras como por las ovejas. Cada vez que se lea, mencione o se piense en el nombre de Jesús, se debería traer a la mente la razón por la que se le nombró así al Hijo de Dios: "y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. (Mateo 1:21) Jesús no salvó a su pueblo terrenal -los judíos- de sus pecados, sino que salvó a su pueblo -aquellos que le habían sido dados por el Padre. Jesús oró a su Padre diciendo:

" como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste."
(Juan 17:2) En la misma oración, deliberadamente Cristo dejó claro que él no estaba orando por "el mundo" (de acuerdo con la enseñanza Arminiana "el mundo" significa toda la humanidad), porque dijo: "no ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son" y otra vez " porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo" Dios le dio a Cristo algunas personas  y fue por ellas que murió para pagar sus pecados.
 Esta raíz doctrinal corrupta se puede ver una vez más cuando los hombres insisten en que
"Dios ama a todos". La idea de que Dios ama a todos por igual es básica en la posición Arminiana, pero es claramente una idea no bíblica según lo demuestran los siguientes versículos . Si Dios ama a todos, ¿por qué dijo: Y amé a Jacob, y a Esaú aborrecí? (Mal. 1:3; Rom. 9:13) Ciertamente, esto se relaciona con los descendientes de estas dos personas, pero las palabras fueron dichas de individuos y antes de que hubieran nacido. Alguien dirá que aborrecer sólo significa que Dios a uno menos que a otro. ¡Exactamente cierto! Dios amó a Esaú mucho menos que a Jacob, que lo odió.

Una vez más, Jesús dijo: "El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. (Juan 14:21), lo cual muestra que el amor de Dios y el amor de Cristo está dirigido hacia personas específicas, no hacia la humanidad en general. Aun en el Antiguo Testamento queda claro que Dios odia a ciertas  personas (no sólo sus pecados), porque dijo: "Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma:... El testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos. (Proverbios 6:16,19) Estos son personas individuales a quienes Dios odia. Similarmente, el salmista escribió lo siguiente acerca de  Dios: "Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira; al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová. (Salmos 5:5,6) (Abominar es sinónimo de aborrecer) Proverbios 22:14 dice:
Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; AQUEL CONTRA EL CUAL JEHOVÁ ESTUVIERE AIRADO caerá en ella. 
Es obvio que algunos hombres son odiados o aborrecidos por Dios. Una vez más, en el Nuevo Testamento leemos: "Porque el Señor al que ama, disciplina..." (Hebreos 12:6), en donde todo el argumento es este: aquellos a quienes Dios ama los disciplina. A otros no los disciplina porque no los ama, ya que son bastardos y no sus verdaderos hijos. Juan profetizó de aquellos miembros de la pequeña iglesia en Filadelfia: "He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. (Apo. 3:9) -obviamente en contraste con aquellos a quienes Dios no ama, pues de otro modo su amor por ellos no significaría nada. Con frecuencia se cita Juan 3:16, pero todo estudiante honesto de la Palabra debe admitir que Juan usa la palabra " mundo" de muchas formas, ninguna de las cuales se refiere a todos los hombres que hayan vivido o que vayan a vivir.
 Existen otras corrupciones doctrinales que también son parte de la raíz del fruto corrupto,
es el sistema de invitación. Sin embargo, para cualquier estudiante sincero de la palabra de Dios, como los que acabo de citar, debe ser suficiente demostrar que "un árbol corrupto produce fruto malo." En este caso, el fruto malo es el sistema de invitación que es no tiene ningún fundamento en las Escrituras. El árbol corrupto es el humanismo que, vestido de religión no es más ni menos que el Arminianismo en sus varios grados y matices.

Y así, al lector Arminiano, en cualquier grado que Ud. esté infectado con esa corrupta
doctrina, yo le digo que continúe y golpee su cabeza contra este muro inquebrantable. Este muro es de hechos verdaderos. Los hechos son claros. No existe ninguna instrucción ni precedente bíblicos para sus invitaciones hechas por el hombre. Deliberadamente Ud. "invita a la gente perdida a pasar al frente y ser salva" porque su teología lo demanda - ¡y  hace todo esto sin ningún fragmento de la Escritura para apoyar su práctica! Estos hechos deberían ser suficientes para que cualquier cristiano honesto reconozca y abandone la teología que demanda tal práctica sin fundamento bíblico. ¡Escudriñe las Escrituras! Deje atrás sus opiniones humanistas y abrace al soberano Dios de la Biblia que se deleita en salvar a su pueblo y es bien capaz de hacerlo. Diga con Pablo:" ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles? 

¡Olvídese de su práctica no bíblica y de la doctrina corrupta que la engendró y la exige! Si Ud. es un cristiano del Nuevo Testamento en una iglesia neotestamentaria, Ud. debe vivir y practicar aquellas cosas divinamente reveladas que fueron creídas y practicadas por las iglesias del Nuevo Testamento. El continuar con estas práctica sin fundamento bíblico que son sus invitaciones le marcan a Ud. como algo distinto del Nuevo Testamento en doctrina en práctica.